Durante los próximos meses la naranja va a ser la reina de las frutas ya que estamos inmersos en plena campaña de recolección. Si queremos aprovechar su mejor momento lo ideal es hacer una mermelada de naranja casera, con frutas recién cogidas del árbol, que nos garantizará poder seguir tomando esta fruta de la manera más sabrosa y dulce durante todo el año. Para que esta sea lo más fresca posible, recién cosechada, puedes comprar naranjas a domicilio en Naranjas Julián, que te las llevarán a casa en apenas veinticuatro horas desde su momento de recolección, directas del agricultor y al mejor precio del mercado.
La naranja, muy conocida por su vitamina C, también es rica en fibra que favorece el tránsito intestinal y posee además flavonoides, que junto a las vitaminas refuerzan el sistema inmunológico y previenen todo tipo de procesos gripales, infecciones de las vías respiratorias y resfriados. Las propiedades de la naranja son sobradamente conocidas: refuerza la inmunidad y las defensas del cuerpo y favorece la absorción del hierro en el organismo.
Su pectina ayuda a bajar los niveles de colesterol y su magnesio nos protege de sufrir trastornos cardiovasculares, varices y demás enfermedades relacionadas con la circulación sanguínea. Es digestiva, depurativa, antioxidante, ayuda a fortalecer los huesos… la naranja es un auténtico regalo de la naturaleza.
Ingredientes para la mermelada de naranja
– 1 kg de naranjas recién recolectadas en su punto de madurez
– 1 limón
– Azúcar
Elaboración de la mermelada de naranja casera
Para elaborar esta receta de mermelada de naranja casera, lo primero que debemos hacer es lavar bien la fruta hasta que la piel quede bien limpia y proceder a pelar las naranjas, reservando la piel de dos o tres de ellas cortada muy fina y sin que apenas quede rastro de la parte blanca de la cáscara.
Repetimos el mismo procedimiento con el limón, siempre procurando cortar la piel muy fina, con la menos parte posible de pulpa blanca. Estas cascaras las cortamos todas a hilos finos y las llevamos a ebullición durante unos cuatro o cinco minutos a fuego fuerte. Luego las retiramos, las escurrimos y las reservamos para el paso posterior.
Debemos pesar la naranja ya pelada para poder medir ese mismo peso de azúcar ya que las mermeladas de frutas ácidas requieren la misma cantidad de azúcar que de fruta. La excepción es si la mermelada de naranja casera es del tipo amarga, que entonces se deberá echar un poco más.
Las cortamos a rodajas finas o a trocitos pequeños procurando que no se nos escape nada de su jugo y lo llevamos todo junto, naranja y azúcar, a ebullición en un cazo cociéndolas a fuego lento, removiendo constantemente y con mucha frecuencia hasta que la naranja, poco a poco, vaya deshaciéndose.
Normalmente no es necesario ni aconsejable añadir agua, pero sí podemos añadir medio vaso de zumo de naranja si queremos que la mermelada quede menos consistente o espesa.
Cuando haya estado cociendo todo durante una hora aproximadamente añadiremos las cáscaras de naranja y limón que tenemos reservadas y dejamos que todo se cueza junto durante unos quince minutos más.
Conservación de la mermelada de naranja casera
Si queremos conservar la mermelada de naranja casera durante unos pocos meses debemos realizar un proceso de esterilización.
En primer lugar hay que esterilizar bien los botes vacíos de cristal y las tapas de aluminio que vayamos a utilizar para conservarla. Los botes vacíos deben haberse hervido previamente o bien estar lavado en el lavavajillas.
Echamos la mermelada aún caliente, cerramos fuertemente la tapa y los ponemos boca abajo para que, aprovechando la temperatura, hagan un efecto de envasado al vacío. Hay que tener la precaución de que los botes estén bien secos y sin rastro de humedad. Debemos dejar boca abajo durante toda una noche para asegurarnos de que no entra nada de aire por las ranuras. A la mañana siguiente, cuando se hayan enfriado, ya podemos poner los botes en posición normal y guardarlos en la despensa.
También hay que tener la precaución de no poner la mermelada cliente en la nevera aunque vayamos a usarla enseguida, debemos esperar a que esta se enfrié. De esta forma podremos conservar la mermelada de naranja casera durante dos o tres meses.
Si queremos conservarla durante más tiempo debemos proceder a esterilizar de nuevo los botes por medio de una olla alta en la que introduciremos la conserva y añadiremos agua teniendo en cuenta siempre que el agua, al hervir, no logre tocar la parte superior del bote para evitar que pueda entrar alguna gota por las rendijas de la tapa. Una buena solución es rodearlos con papel de periódico de forma que el papel haga de barrera entre los borbotones del agua y el vapor con la parte superior del tarro de mermelada.