Es posible que alguna vez te hayas preguntado por qué la naranja se llama naranja y… no eres el único. Si te gustan las curiosidades, hace poco te contamos de dónde vienen los aguacates, pero hoy te damos la respuesta al origen del nombre de esta fruta y otras cuestiones y datos sorprendentes que quizá no conozcas sobre este cítrico.
¿Por qué la naranja se llama naranja?
En contra de lo que pueda parecer, no es el color el que da nombre a la fruta, sino la fruta la que da nombre al color. En sánscrito antiguo, el nombre de esta fruta cítrica era nāraṅga. El mismo que el árbol que hoy conocemos como naranjo. Al extenderse el consumo y cultivo de la fruta por Persia y los países árabes, esta se conocía con los nombres naranj y nāranj, respectivamente. Con este último nombre fue como llegó a Europa a través del Mediterráneo. En los territorios de la actual España con el tiempo pasó a llamarse naranja.
El color de esta fruta no tenía nombre ya que se entendía que era un tono de amarillo rojizo. Hay que tener en cuenta que entonces los colores puros eran los más apreciados y los tintes se obtenían sobre todo de las plantas. En aquella época el rojo era muy valioso y se dejaba solo para las clases poderosas, por ello el naranja no era un color común en ropajes, en los que sí se usaban distintos tonos de amarillos. Con el paso del tiempo y al ser más común el consumo de naranjas, empezó a denominarse así al color de la cáscara de este cítrico.
¿Cómo surgió la naranja?
Ahora ya sabes por qué la naranja se llama naranja, pero, ¿sabes cómo surgió esta fruta? Quizá pienses que siempre estuvo ahí, pero no, hasta hace unos 4.000 años no aparecieron las primeras naranjas en la Tierra. Y no, no surgieron de la nada, ni llegaron del espacio. La respuesta es más sencilla: son un híbrido natural entre dos frutas que también conoces, el pomelo y la mandarina.
En la naturaleza la hibridación entre especies es muy común. Por lo general, se da mediante polinización, aunque no es la única forma posible. Hoy en día se sabe que las primeras naranjas surgieron de este modo, siendo un 75% mandarina y un 25% pomelo. ¿Sorprendido?
¿Son lo mismo las naranjas dulces que las naranjas amargas?
Ambas son naranjas, comparten especie, pero son variedades distintas. Las naranjas dulces son las que habitualmente comemos, se utilizan para cocinar postres, platos salados y salsas. En la actualidad hay diferentes variedades de naranjas dulces como la navelina o la navel late.
En la zona de Valencia su cultivo es ancestral. Nuestras fincas de naranjos están ubicadas en esta zona. Si quieres comer fruta sabrosa de temporada y de cercanía, aquí puedes comprar naranjas online en naranjasjulian.com.
Las naranjas amargas son otra variedad. Se utilizan de forma ornamental, en jardines y parques, y para elaborar mermelada de naranjas amargas. En algunas ciudades del Sur de España son muy comunes por las calles y aún se pueden ver en grandes espacios públicos, como los populares naranjos amargos los Jardines del Real Alcázar de Sevilla.
¿Por qué algunas naranjas no tienen semillas?
Esta es una pregunta habitual de las curiosidades sobre esta fruta, tan planteada como por qué la naranja se llama naranja. La respuesta es sencilla: algunas variedades de naranja no se pueden autopolinizar, es decir, el propio polen de ellas no tiene la capacidad de polinizar sus flores. Necesitan ser cultivadas cerca de otras variedades que sí las pueden polinizar con ayuda del viento o de las abejas, un proceso que se conoce como partenocarpia. En estos casos, las naranjas no tienen pepitas.
Las variedades de naranja que sí tienen semillas o pepitas son aquellas con capacidad de autopolinización.
Las naranjas sin pepitas más conocidas son las de la variedad Navel. Aunque otra curiosidad es que, en algunos casos, sí pueden tener pepitas, algo que sucede cuando la flor de estos árboles se poliniza con otras variedades que sí tienen polen viable.
¿Cuándo llegaron las primeras naranjas a España?
Por lo que se sabe llegaron en el S. X de manos de los árabes, en cuyas tierras era una fruta conocida que llevaba muchos siglos cultivándose. Se hizo popular muy pronto, compartiendo espacio con las frutas habituales hasta entonces como manzanas, higos o uvas.
Ahora ya sabes por qué la naranja se llama naranja, además de otras muchas cuestiones que te pueden dejar como el rey de la sobremesa delante de este delicioso postre. ¡Comparte tus nuevos conocimientos!
